Este segundo día de ayuno y oración por la
familia, seguimos clamando al Padre Celestial que nos ayude a esforzarnos, para
seguir paradas en la brecha, orando e intercediendo por nuestras familias. Amadas
hermanas, el orar por nuestra familia, no es asunto de un día, de dos o tres;
el orar por nuestra familia es un hábito que debemos practicar diariamente.
La familia es el componente esencial de la
sociedad y la iglesia. Nosotras no podemos sentarnos ociosamente y permitir que
satanás destruya nuestras familias. Debemos ser vigilantes y orar que nuestras
familias sean protegidas del mal y que nuestro hogar sea un escondedero. Así
como Nehemías construyó los muros de Jerusalén, así podemos construir paredes
de oración y fe alrededor de nuestra familia. Nosotras lo debemos hacer para
Jesús, y por nuestro propio bien.
Nuestra familia es un regalo de Dios, por
lo tanto debemos cuidarla, entregarla en los brazos de nuestro Padre Celestial.
Tenemos que levantarnos a hacer vallado alrededor
de nuestra familia, nuestra casa, de nuestros hijos, de nuestro esposo. Dios
desea que nos levantemos como guerreras, para clamar por nuestra familia,
muchas cosas están mal en la sociedad, porque las familias están enfermas.
Dios está buscando, padres y madres que
seamos intercesores por nuestras familias, que pongamos cerca alrededor de
nuestras familia en oración, para que nadie las pueda tocar, para que el diablo
no venga a destruir nuestra descendencia.
Ezequiel 22:30-31
"He buscado a alguien que sea un
pacificador, alguien que se interponga entre mí y el pueblo que voy a destruir,
pero no lo he encontrado." Así que derramaré mi ira contra ellos. Los
consumiré con el fuego de mi ira. Y los haré rendirme cuentas de sus hechos. El
Señor Dios lo ha dicho».
Debemos levantarnos como intercesoras por
nuestra familia, levantándonos en ayuno y oración constante, a decirle al
diablo que le prohibimos tocar a cada uno de los miembros de nuestra familia;
porque estamos aquí cercando a nuestra familia para la gloria de Dios.
Dios está buscando una mujer o un hombre
que se levante a hacer vallado alrededor de nuestra familia, y cuando nos levantemos
con autoridad y lo hagamos, nuestra familia se levantará y será cambiada, será
transformada. Debemos pararnos en la brecha y hacernos guerreras, que no
permitamos que nuestra casa sea destruida por el diablo.
¿Estas dispuesta mujer? ¿En transformarte
en una guerrera? ¿En levantarte por las mañana bien temprano a orar por tu
familia? ¿A hacer guerra espiritual cada día por tu casa, por tus hijos, por tu
esposo?
Hoy te animo mujer de fe en que tomes la
autoridad de Cristo y te determines a transformarte en la guerrera que tu
familia necesita…determínate a no permitir a satanás destruya tu hogar, a no
permitir que tus hijos se vayan al mundo, al alcohol, a las drogas, ya no
permitas que tu familia se destruya por falta de que te levantes en oración. ¡Despierta
mujer y pelea!
Uno de los problemas más graves que estamos
afrontando en las familias, es que no oramos como debemos hacerlo, solo
acostumbramos a pedir oración, en la iglesia, en la radio, en el Facebook, pero
no nos determinamos a levantarnos nosotras mismas en ayuno, en clamor en
oración constante…Y hermana no me malinterpretes no te digo que no sea bueno
hacerlo, claro que necesitamos que otras personas también intercedan por nosotras
y por nuestra familia, pero es muy importante que tú seas una guerrera, y que
te levantes en oración y en guerra espiritual…cuando lo hagas, comenzarás a ver
el cambio en tu casa, en tu matrimonio, en tus hijos…
A partir de ese momento comenzarás a
experimentar nuevas victorias, y un nuevo nivel de la Gloria de Dios en tu
vida. No te detengas mujer de Fe, avanza y pelea, que el precioso Espíritu
Santo está contigo para ayudarte, fortalecerte
y protegerte.
Dios las continúe bendiciendo mujeres de
Fe.
Quiero pedirles que compartan sus testimonios de lo que Dios está haciendo en sus vidas, y en sus familias.
Los testimonios son de
gran ayuda para aumentar la fe en otras hermanas en Cristo.
Ligia E.
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