Todas en algún momento de nuestra vida,
esperamos una respuesta de parte del Señor para nuestra vida.
La Biblia nos enseña que debemos confiar en
Dios y mantener la esperanza mientras esperamos.
Nuestro Dios es más que bueno
Él nunca nos dejará ni nos abandonará. Aunque no veamos su respuesta en este
momento, Él está obrando en nuestra vida ahora.
En nuestro caminar con el Señor hemos
llegado a entender que nuestro Señor siempre responde, aunque muchas veces no
lo haga de inmediato, ¡él lo hará pero en su tiempo!
Muchas veces este tiempo de espera, no será
corto, más bien puede ser un “Largo Tiempo” sin embargo, el Señor todo lo hace
con un propósito y el esperar no es la excepción.
Durante este tiempo pueden pasar muchas
cosas, el llegar a desesperarnos, a dudar, angustiarnos, cuestionar, tratar de
ayudarle al Señor y tomar decisiones anticipadas y por lo tanto equivocadas.
En la Palabra de Dios vemos ejemplos como
estos, uno de ellos es el caso de Sara la esposa de Abraham. Ellos tenían la
promesa de Dios, que les daría un hijo. Todas
conocemos la historia, Sara adelantó su tiempo de espera y formó su propio plan, para así tener a su hijo en su propio
tiempo, no en el tiempo del Señor…Al hacerlo todo su plan falló por completo.
Y
es que nuestros propios planes, sin esperar el tiempo de Dios, siempre serán
un fracaso y complicarían nuestra vida
por completo.
El tiempo de Dios es perfecto, sus planes
son mejores que los nuestros, el Señor nunca falla, ni llega tarde.
2 Pedro 3:9
“El Señor no tarda en cumplir su promesa,
según entienden algunos la tardanza.”
Y meditando el porqué, de nuestra falta de paciencia de esperar en el Señor. El
Señor traía a mi vida y a mi corazón el convencimiento de que hay cosas que
podemos hacer mientras estamos en este tiempo de espera, las cuales harán que
crezca nuestra fe y nuestra paciencia.
Cuando Dios permite que tengamos un periodo
de espera, no debemos poner nuestra vida en “pausa”. En lugar de eso, debemos
imitar hábitos que fortalecen nuestra fe.
La Biblia dice que hay cosas que debemos
hacer siempre, aún en tiempos de espera:
1. Orar:
La
Biblia dice, “Sigue pidiendo y recibirás lo que pides; sigue buscando y
encontrarás; sigue llamando, y la puerta se te abrirá” (Mateo 7:7).
Mantente orando, y obtendrás respuesta. Muchas veces creemos que con orar y
pedir una sola vez recibiremos lo que pedimos (y si claro Dios lo puede hacer
así) Él utiliza el tiempo de espera, para enseñarnos, para formar nuestro
carácter…por eso es que muchas veces no solamente debemos pedir…la mayoría de
las veces, debemos guerrear, ayunar, clamar y conquistar lo que tanto estamos
pidiendo. A nuestro Señor le gusta que nos esforcemos y que aprendamos a
confiar en Él y en que lo hará a su tiempo…no en el nuestro….
2. Servir:
Romanos 12:11 dice, “No sean nunca
perezosos, más bien trabajen con esmero y sirvan al Señor con entusiasmo”. No
te preocupes de tener un ministerio grande. Solo sirve grandemente en tu
ministerio, en tu iglesia, apoya a tus pastores, no importa que sea algo grande
y reconocido por los hermanos o hermanas de tu congregación, lo que es
realmente importante es que lo hagas todo con excelencia, con verdadera entrega
y comprometiéndote con Nuestro Dios…
3. Congregarnos:
La Biblia dice en Hebreos 10:25 “Y no
dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros,
sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca.” No podemos dejar de
congregarnos, porque cuando lo hacemos, no crecemos y tampoco seremos
cristianas maduras, más bien comenzaríamos a enfriarnos, por más que ores sola
en tu casa, hay bendiciones de Dios que solamente recibiremos estando en
nuestra congregación, porque así lo hace el Señor.
4. Creer:
La Biblia dice, “Pero tú debes
permanecer fiel a las cosas que se te han enseñado. Sabes que son verdad,
porque sabes que puedes confiar en quienes te las enseñaron” (2 Timoteo 3:14)
El creer va muy ligado con la fe, si no creemos no tenemos fe…y si no tenemos
fe, no creemos que Dios va hacer lo que tanto le pedimos.
Recuerda…No importa el tiempo que pases
esperando, no te desesperes, no tires por la borda lo que tanto sacrificio te
ha costado, mantente firme, no te desanimes por lo que ves, que lo que pase a
tu alrededor no te haga creer que Dios no responderá o que no cumplirá, porque
la respuesta de Dios no está sujeta a las circunstancias que te rodean o que se
te presenten, sino a la PROMESA QUE ÉL UN DÍA TE DIO.
Quizás sientas que estas en una Sala de
Espera, pero eso significa que tienes una respuesta asegurada, porque jamás
esperarás en Dios sin recibir una respuesta, aunque ésta llegue en el tiempo
que llegue,
Dios responderá, Él cumplirá, porque no es hombre para mentir, ni
hijo de hombre para arrepentirse.
¡Dios responderá, no te canses de esperar mujer de fe!
Ligia E.
Amén mi hna gracs por ese mensaje de parte del Señor. Alabado sea su nombre.
ResponderBorrarAmén amada hna....Gloria al Señor!!!
Borrar