Hola mis amadas hermanas y amigas, estos días Dios ha estado poniendo muy
profundo en mi corazón la importancia del cuidado y la disciplina de nuestros
hijos.
Y es que como bien sabemos, cuando nuestros
niños nacen, no traen ningún folleto de instrucción, aprendemos a ser padres en
la práctica, la experiencia la adquirimos por prueba y error.
Muchas de nosotras hemos tenido y tenemos tanto temor de
ser madres, de cómo cuidar, criar, enseñar y disciplinar a nuestros hijos. Pero
la única forma para poder llevar acabo esta importantísima tarea es tomarnos de
la mano de Dios y guiarnos con su Santa Palabra y su precioso Espíritu Santo.
La palabra de Dios contiene tantos versículos
acerca del cuidado, corrección y disciplina de los niños. Y es que cualquier madre sabe
lo difíciles que algunas veces pueden ser nuestros niños. Hacen rabietas,
responden cuando les hablamos, manipulan, gritan y hasta se tiran al suelo a
dar patadas. ¡Sé que muchas se identifican conmigo en este punto!
Y es que muchas de nosotras fuimos educadas
por medio de vara y corrección, y es ahí el problema, estamos en un tiempo
donde hay un choque en lo que nos enseñaron, y en lo que actualmente enseñan
los psicólogos y educadores… Es más hay países donde sí se golpea a un niño
aunque sea por corrección y disciplina es un delito.
Que importante tarea y responsabilidad se
nos fue entregada al nacer nuestros hijos. Dios quiere que seamos padres y
madres dependientes de su Santa Presencia, para así darnos la sabiduría necesaria
para educarlos con amor y disciplina.
Dice la Biblia que:
“He aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre.” Salmo 127:3
Los hijos son tan importantes para el
Señor, que nos dice que son su herencia y su bendición, para nosotros, nuestra
obligación es cuidarlos y educarlos de la forma correcta para así que lleguen a
ser adultos responsables, seguros y hombres y mujeres de bien.
Los niños son tan preciados para el Señor,
que en una oportunidad llevaron varios niños a Jesús para que orara por ellos, y Él los recibió
con tanto amor y cariño, y más bien reprendió a sus discípulos por querer
impedirles que se le acercaran. Les impuso manos (oró por ellos) veamos el
pasaje…
“Algunas madres llevaron a sus niños para
que Jesús pusiera sus manos sobre ellos y orara. Pero los discípulos las
regañaron. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: «Dejen que los niños se
acerquen a mí. No se lo impidan; porque el reino de Dios es de los que son como
ellos.» Jesús puso su mano sobre la cabeza de cada uno de los niños, y luego se
fue de aquel lugar.” Mateo 19:13-15
La Biblia nos habla tanto de la disciplina
amorosa…veamos solo algunos versículos:
“Como el padre se compadece de los hijos,
se compadece Jehová de los que le temen.” Salmo 103:13
“Si Ustedes siendo malos saben darles
buenas dádivas a sus hijos.” Mateo 7:11
“Como aquel a quien consuela su madre, así
os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo.” Isaías 66:13
“Ustedes padres no provoquen a ira a sus
hijos sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Proverbios 3:12
“Porque el Señor al que ama, disciplina, y
azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata
como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si
se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces
sois bastardos, y no hijo.”
Proverbios 3:12
“Porque el Señor disciplina a los que ama,
como corrige un padre a su hijo querido.” Proverbios 3:12
“El que detiene el castigo, a su hijo
aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.” Proverbios 20:30
“Corrige a tu hijo mientras aún hay
esperanza.” Proverbios 20:30
“El castigo purifica el corazón.” Proverbios
20:30
“La necedad es parte del corazón juvenil,
pero la vara de la disciplina la corrige.” Proverbios 29:15
“La vara y la corrección dan sabiduría; mas
el muchacho consentido avergonzará a su madre.” Proverbios 29:15
La vara del pastor en ese tiempo se usaba
para guiar no para castigar.
La corrección puede controlar la disciplina
en una primera etapa del niño pero no suficiente para cuando el niño madura.
El exceso de corrección produce falta de
confianza en sí mismo y un alto grado de inseguridad en los niños.
Toda disciplina debe estar basada en el
amor y el respeto. Pero debe haber un equilibrio muy importante en nuestra
forma de crianza. Muchas personas asocian disciplina con golpes y gritos, eso
no es disciplina, eso es agresión.
Personalmente creo que la violencia produce
más violencia…
Les invito amadas a seguir toda esta semana
cada una de las enseñanzas bajo la Santa Palabra de Dios, de como cuidar y
disciplinar a nuestros hijos.
También les animo a dejar sus comentarios e
ideas sobre este importante tema, sea aquí en el blog como también en la página
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La bendigo en Cristo.
Ligia Esquivel.
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