La duda es aquel sentimiento que te hacer estar indecisa en cuanto
a tu posición frente a cualquier circunstancia. Duda es todo aquello que te
hace vacilar delante de un problema, manteniéndote paralizada entre dos
caminos. Y es la que muchas veces te hace pensar si realmente Dios te oye o si
va ayudarte en tus dificultades.
El problema de la duda es que si es alimentada continuamente puede
producir temor. Porque cuando dudamos, no estamos seguras de cómo actuar para
vencer un problema. Pero cuando la duda da a luz al temor, entonces el temor
nos dice que no podemos, que no lo lograremos, que ni siquiera pensemos en
intentarlo.
La duda es un espíritu inmundo, que nos ata al pasado, para que
siempre estemos lamentándonos, de lo que hicimos o no hicimos, culpándonos de
todo. Y es que, al recordar los errores de nuestro pasado, hace que dudemos de
todo, hasta de nuestras virtudes y también de nuestras habilidades.
Recordar los errores del pasado, es como poner en nuestra mente una
película de todos nuestros errores y que los sigamos poniendo una y otra vez.
Esto nos torturará por siempre, y no tendremos paz nunca.
“Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las
olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así
no piense que va a recibir cosa alguna del Señor; es indeciso e inconstante en
todo lo que hace.” Santiago 1:6-8
Dios no quiere que nos enfoquemos en nuestro pasado. Si permanecemos enfocadas
en los errores del pasado, no podremos seguir adelante con nuestro presente, y
Dios no podría utilizarnos en el futuro. Dios siempre quiere lo mejor para sus
hijas, y por eso es que debemos olvidar el pasado, y también debemos echar
fuera de nuestra vida toda duda y toda culpa.
La mejor forma de combatir la duda es mirándonos en el espejo de la Palabra, no
haciendo caso a lo que nosotras creemos que somos, sino a lo que Dios dice que
somos. Muchas veces nos juzgamos a nosotras mismas, y nuestro juicio no es
justo ni verdadero. Pero la Biblia enseña que Dios sí conoce todas las cosas, y
que la opinión del Señor es real y verdadera, porque sus juicios son todos
justos. A veces cuando vamos a mirarnos al espejo, nos miramos como fracasadas.
Nos miramos y nos decimos en nuestros pensamientos o con nuestra boca que no servimos,
que no vamos a lograrlo, que es mejor dejar de luchar, que no vale la pena
hacer el esfuerzo. Y lo interesante del caso es que en ese mismo momento Dios
puede estar al lado de nosotros diciéndonos todo lo contrario a lo que
pensamos o sentimos sobre nosotras mismas.
No dejes que tus dudas del pasado o que la culpa, te impidan ser
usada por Dios. A Dios no le importa cuál es tu pasado, Él ya perdonó y olvido
tu pasado, lo único que él quiere es tu presente y tu futuro, quiere poder
seguir trabajando contigo; y a la vez quiere usarte para el propósito que
fuiste creada.
Para vencer la duda es importante alimentarse de la Palabra, y
aplicarnos a nosotras mismas las promesas y los tesoros que ella nos muestra.
Cuando Satanás venga a atacarte con alguna cosa de tu pasado, recuérdale lo que
Dios dice en su Palabra. Cuando Satanás venga a decirte que no puedes, dile que
se valla así como Jesús le dijo, porque escrito está que el diablo está vencido
hace más de dos mil años. Porque al que tiene fe, todas las cosas le son
posibles. Esta una verdad de la cual debes apropiarte.
Y es que la duda es uno de los más grandes enemigos de la fe; la
duda no nos permite creer, y si no creemos no tendremos fe; y sin fe es
imposible agradar a Dios.
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que
el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le
buscan.” Hebreos 11:6
Oración:
Padre celestial, a esta hora vengo delante de Ti, a pedirte por
cada una de mis amigas y hermanas que están haciendo este estudio, que las
ayudes a apropiasen de tu Palabra, que por cada duda que venga a sus mentes, Tú
con tu precioso Espíritu Santo, traigas la convicción necesaria para dejar su
pasado atrás, echando de sus vidas toda duda y toda culpa; creyendo
que todo es posible si puedes creer... a esta hora declaro en el poderoso
nombre de Jesús que lo Dios diga de ti, sea lo que oigas primero. Declaro que
tus oídos son cerrados a lo que tus enemigos dicen de ti. Y solamente
escucharás la voz de Dios en tu vida, a través de Su Palabra, de tus líderes y
pastores, y a través de las personas escogidas, que Dios ponga a tu lado. Eres
bendita de Jehová. Eres más fuerte que la duda. Vence a los enemigos de tu fe.
Amigas y hermanas estamos muy prontas a terminar, les animo a
continuar con el estudio. Y así seguiremos viendo muchas victorias en nuestras
vidas. Adelante en Cristo…
Les pido amadas hermanas y amigas que me escriban sus comentarios, aquí en el blog o en la página del Facebook. Me gustaría mucho saber
sus experiencias con el estudio.
Las amo en el amor de Cristo, todas ustedes son una bendición para
mí vida.
Las bendigo en el nombre de Cristo Jesús.
Ligia Esquivel.
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