Hola queridas amigas, hoy
quiero compartirles un tema que a mí en particular me gusta muchísimo.
Voy hablarles sobre el amor,
pero voy a enfocarlo de una forma diferente a como estamos acostumbradas a
escucharlo. Ya que por lo general estamos acostumbradas a escuchar sobre el
amor eros, que es el amor romántico.
Y es que nosotras como
hijas de Dios somos llamadas, a dar
amor; dice la Santa Palabra de Dios que:
1 Juan 4:7-8
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.”
Y así como Dios es amor, y nosotras
somos sus hijas, pues entonces nosotras debemos amar siempre. Pero amar ¿cómo
y a quién? A nuestro Prójimo y a todos los seres humanos que nos rodean, y más
especialmente amarnos entre nosotras
mismas. Ya que, la mayoría de las veces entre nosotras es donde se encuentran más
envidias y rencores.
La Biblia dice que Dios es
amor. Esto nos enseña que el amor no es solo un atributo de Dios; sino su misma
esencia.
Al escudriñar este pasaje
que leímos, podemos notar que para amar,
necesitamos cumplir dos condiciones.
1.Nacer de Dios, y 2. conocer a
Dios. Muchas han nacido de Dios, pero no conocen a Dios como Padre. Han
recibido el milagro de su perdón, pero no han buscado al autor de su milagro
para conocerle y adorarle, con todo su corazón. Cuando no se conoce a Dios, no
se puede amar. Porque un corazón que desconoce a su Padre, se porta
malagradecido, inseguro y desconfiado. La Biblia nos enseña que Dios es Amor y
el que vive en amor, vive en Dios y Dios vive en él. Esto quiere decir que el
amor no es teoría; es una vivencia de todos los días. Entre más se conoce a
Dios, más se ama; y entre más se ama, más se conoce a Dios. Esto nos llena de
la más plena vivencia, con nuestro Padre Celestial.
También es necesario saber
que amar implica dar. El verdadero amor, no consiste en palabras solamente, ni
en solo intenciones. El amor ágape que es el amor puro y santo que viene de
Dios; implica dar con sacrificio. El Señor lo probó al mostrar su amor para
con nosotros, porque dio de su Hijo unigénito para que muriera por nosotros,
para que nosotros vivamos por él.
Y es que este amor, debe
ser un amor puro, sin orgullos ni segundas intenciones, un amor donde podamos
dar y todavía más importante DARNOS, a nuestro prójimo. Pues muchas veces el
dar algo material no es tan importante, ni conlleva tanto sacrificio como dar
nuestro tiempo, nuestro apoyo y comprensión. Un abrazo una palabra de aliento o
simplemente poder escuchar a alguien cuando lo necesite. Eso si, muy importante, sin juzgar.
Y es que al final de todo, es que debemos preguntarnos: ¿Estamos AMANDO a Dios y a nuestro prójimo?
Hermanas, es bien importante
que nos amemos entre nosotras, perdonándonos unas a otras, y soportándonos unas
a otras, pues de nada nos sirve decir amar a Dios, si no nos amamos. Pues para que las promesas de nuestro Padre, vengan a nosotras y vivamos en paz, amor, gozo
conforme a la voluntad de Dios para nuestra vida, debemos cumplir este
mandamiento tan importante.
Encontré esta bella reflexión
y quise compartirla, para que meditemos, en lo que es realmente importante:
Reflexión: ¿De qué color es Dios?
¿De qué color es Dios?,
preguntó el niño de piel clara.
¿Es blanco como yo,
son sus cabellos dorados como el sol?
preguntó el niño de piel clara.
¿Es blanco como yo,
son sus cabellos dorados como el sol?
¿Es Dios moreno como yo?
preguntó el niño de piel con matiz bronceado.
¿Tiene el cabello oscuro y rizado,
son sus ojos negros o azulados?
preguntó el niño de piel con matiz bronceado.
¿Tiene el cabello oscuro y rizado,
son sus ojos negros o azulados?
Pienso que Dios es piel
roja como yo,
se escucha decir al niño indio.
Lleva una corona de plumas,
y transforma en día nuestras noches umbrías.
se escucha decir al niño indio.
Lleva una corona de plumas,
y transforma en día nuestras noches umbrías.
Todos sabemos que allí está
Dios,
en todos los colores mencionados.
Pero ten esto por seguro: el único color de nuestro Creador,
es el hermoso color del amor.
en todos los colores mencionados.
Pero ten esto por seguro: el único color de nuestro Creador,
es el hermoso color del amor.
Así que cuando tu alma vaya
al cielo,
cuando tu vida llegue a su final,
Él estará esperando y hacia ti
su mano extenderá.
cuando tu vida llegue a su final,
Él estará esperando y hacia ti
su mano extenderá.
No habrá colores en el cielo,
todos seremos iguales.
Sólo serás juzgado por tus actos terrenales,
allí ni tu raza ni tu nombre serán importantes.
todos seremos iguales.
Sólo serás juzgado por tus actos terrenales,
allí ni tu raza ni tu nombre serán importantes.
Así que cuando llegue, tu
hora
y admires a Dios arriba en su reino,
verás el único color que en realidad tiene valor,
y es el hermoso color del amor.
y admires a Dios arriba en su reino,
verás el único color que en realidad tiene valor,
y es el hermoso color del amor.
Arnold Sparky Watts
Fuente: Sopa de Pollo para
el Alma del Cristiano. Jack Canfield
OREMOS:
Padre, te amamos, te honramos, te alabamos, te damos gracias, por haber enviado a tu Hijo, para pagar por nuestros pecados, gracias por tu AMOR y misericordia, porque nos amaste primero, sin merecerlo, te pedimos perdón si no hemos amado a nuestros hermanos y hermanas como nos mandas, ni a ti o Padre Santo, derrama de tu amor sobre nuestro esposo, hijos, nietos, familias, para que amemos como nos has amado, ayúdanos en nuestras debilidades, te lo pedimos en el nombre de JESÚS, para tu gloria y honra, Amén.
Padre, te amamos, te honramos, te alabamos, te damos gracias, por haber enviado a tu Hijo, para pagar por nuestros pecados, gracias por tu AMOR y misericordia, porque nos amaste primero, sin merecerlo, te pedimos perdón si no hemos amado a nuestros hermanos y hermanas como nos mandas, ni a ti o Padre Santo, derrama de tu amor sobre nuestro esposo, hijos, nietos, familias, para que amemos como nos has amado, ayúdanos en nuestras debilidades, te lo pedimos en el nombre de JESÚS, para tu gloria y honra, Amén.
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