¿Te has puesto a pensar, lo bueno y misericordioso que es nuestro
Dios?
Y es que sin duda Dios es Misericordioso con tu vida y con la mía,
creo que si cada una de nosotros obtuviera el pago que merecen nuestras
acciones, hoy no estarías ni leyendo este artículo.
Y es que somos así, pecadoras por naturaleza, seducidas a caer en
los deseos engañosos de la carne, propicias a fallar una y otra vez, pero en
medio de todo eso, hay algo que nos detiene a no dejarnos dominar por una vida
total de pecado y es el hecho de que Dios nos amó y dio su vida por nosotras
para que ahora podamos ser libres de las cadenas del pecado.
Quizá los últimos días te has sentido muy mal, por algún error que
cometiste, quizá te dejaste llevar por tus deseos y fallaste, a lo mejor tenías
mucho tiempo de no caer o fallar en esa área de tu vida que tanto trabajo te ha
llevado superar, y volviste a lo mismo.
Pueda que te has sentido triste porque consideras que Dios no se
merece lo que has estado haciendo, quizá dentro de ti hay hasta vergüenza de
llegar delante de Dios y pedirle que te perdone una vez más, no encuentras que
cara poner delante de Él, que palabras decir, porque quizá no hay palabras que
justifiquen tu forma de actuar, simplemente estas avergonzada de tu
caminar.
Pues hoy Dios quiere que entiendas que él jamás te ha juzgado, que
nunca te ha señalado con el dedo para acusarte de algo, al contrario, siempre
ha extendido sus brazos para que vengas a Él y recibas su abrazo, su
perdón, siempre ha estado allí
levantándote en cada caída, en cada tropiezo, y es que así es El, grande en
Gracia y Misericordia.
Por todas nuestras acciones merecemos castigos severos, pero es
allí en donde entra en acción la Misericordia de Dios, que no te
da el pago que mereces, sino el que no mereces.
Cuesta entenderlo con nuestra mente humana, pues ¿Cómo es posible
que esto sea tan contradictorio?, pues así es, la Biblia nos enseña que cada
mañana sus misericordias se renuevan sobre nuestra vida.
Eso quiere decir que cada mañana Dios tiene Misericordia nueva
sobre tu vida, por esta razón no es hora de querer dejar todo tirado, porque no
te consideras digna de ser su hija, o por fallarle.
El anhelo de Dios es que aceptes su Misericordia, que te
perdones a ti misma porque Él ya te ha perdonado, pues cuando le pides perdón Él
jamás se negará a dártelo.
Ya no pienses más, ya no pongas más excusas, no te sientas indigna,
no tengas vergüenza, pídele perdón al Señor de corazón e intenta no volverlo
hacer, Y muy importante lo que la Palabra de Dios nos dice:
Lamentaciones 3:21-23
“Esto traigo a mi corazón, Por esto tengo esperanza.Que las misericordias del SEÑOR jamás terminan, Pues nunca fallan Sus bondades; Son nuevas cada mañana; ¡Grande es Tu fidelidad!”
De esto podemos rescatar:
- Lo que paso ayer pudo haber sido peor pero, “por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos”.
- Todo puede fallar pero, el favor de Dios no falla: “porque nunca decayeron sus misericordias”.
- En Dios siempre hay nuevos comienzos. El ayer fue malo pero puedo empezar de nuevo porque “nuevas son cada mañana sus misericordias”
- La fidelidad de Dios es más grande que cualquier situación. La situación que hoy enfrento es grande pero su fidelidad lo es aún más, porque “grande es tu fidelidad.”
Cada día despiertas y la misericordia del Señor está contigo. Puedes descansar Dios
es el mismo.
Cada día te enseña a confiar en Él, con su Palabra es que tu fe se
aumenta más cada mañana.
¡Muy grande es su fidelidad!
Alabanza: oh tu fidelidad christine d'clario
amén mi hna. la Fidelidad de Dios es única, nuestro gran amigo Fiel.
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