No sé si a ti te pasa o a pasado como a mí,
pero muchas veces que comienzo algún proyecto trabajo o actividad, lo comienzo
con muchas ganas y mucha motivación, pero al pasar el tiempo muchas veces al
venir problemas, mucho trabajo o simplemente al estar muy ocupada, voy
delegando aquello que comencé, y simplemente llaga un punto donde ya no
disfruto hacerlo, y es en este punto donde lo he dejado botado.
No sé si esto me ha ocurrido solo a mí, o también
te ha pasado a ti. El caso es, que un día de estos hablando con una amiga, me
hizo ver lo mal que estaba en este asunto, pues claro uno puede hasta pensar
que estoy súper bien porque estoy en Cristo, pero muchas veces no es así. La
vida cristiana es un renovarse cada día, donde cada experiencia vivida es una
escuela, donde muchas veces no nos sirven de nada nuestras buenas intenciones,
pues a pesar de ellas muchas veces al final de cuentas fallamos.
Y es que en estos tiempos donde hay tanto
que hacer, trabajo, casa, familia, estudio, iglesia, recreación, amistades. Y
es que todas hemos dicho u oído en alguna ocasión frases como las siguientes:
“No tengo tiempo”, “El tiempo no me alcanza para nada”, “Nunca termino de hacer
las cosas que necesito hacer”, “Quisiera que el día tuviera más de 24 horas”. Y
es que muchas veces no nos queda tiempo ni para disfrutar un momento a solas y
tranquilas… -¿Te pasa a ti? Pues a mí sí me ha pasado…y es por eso que he
sacado un tiempo para organizar mis prioridades…Leamos lo que dice la palabra…
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis,
no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días
son malos”, Ef. 5:15-16
El problema real NO es la falta de tiempo o
el hecho de que el día sólo tenga 24 horas, de las cuales algunas debemos
destinar para dormir y descansar. El problema real es una falta de ORGANIZACIÓN
y DISCIPLINA.
La Palabra de Dios nos ayuda y nos exhorta a que aprovechemos el
tiempo sabiamente, pero para poder hacerlo debemos contar con algunas
estrategias prácticas que nos ayuden a desarrollar una disciplina en cuanto al
orden.
Algunas sugerencias importantes (para mí lo son) serían:
1- Establezca
PRIORIDADES (Luc. 14:25 – 33): debemos tomarnos un tiempo para elaborar una
lista con todas las actividades que realizamos o debemos realizar a diario y
después enumerarlas en orden de importancia o prioridad. Una frase que nos
puede ayudar mucho a ser verdaderamente selectivas es ordenar las prioridades
tomando en cuenta PRIMERO LO PRIMERO.
“Porque ¿quién de vosotros, queriendo
edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene
lo que necesita para acabarla?” Lucas 14:28
2- ANOTAR las prioridades:
una vez seleccionadas en orden de importancia, debemos escribirlas para darles
el seguimiento debido, manteniendo la lista en un lugar estratégico, a la
vista.
“Nunca se aparten de ti la misericordia y
la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón.” Proverbios
3:3
“Lígalos a tus dedos; Escríbelos en la
tabla de tu corazón.” Proverbios 7:3
En mi caso cuando me senté a organizar mis
prioridades, tuve que decidir en quitar algunas cosas que hacia durante el día
que me robaban el tiempo, estas cosas eran cosas sencillas y no eran malas,
bueno a los ojos de todo el mundo no lo son, pero si quitan mi tiempo no son
buenas para mí.
Déjame preguntarte: ¿Cuáles son las
prioridades en tu vida, mi querida amiga y hermana? Yo no sé cuáles son las
tuyas, pero me gustaría compartirte aquí las mías en el orden de importancia.
MI ORDEN DE PRIORIDADES
Mi Relación con Dios: Par mí este es la
prioridad número uno, ¿Podrías arreglártelas de vivir sin la persona que tanto
amas? Yo no sé cómo será contigo, pero si yo no sacó un tiempo durante el día
para estar con mi Señor, es que algo anda muy mal conmigo. Mi amado Padre
Celestial representa hoy para mí, y quiero que lo siga siendo por siempre, mi
primer y más grande Amor!!!
Mi Familia: Amar a mis hijos, nietos,
nutrirlos de cuidado y cariño, orar por ellos cada día, suplir sus necesidades
básicas, espirituales y afectivas son mi prioridad.
Mi Profesión: Ser responsable, proactiva y
eficiente en mi trabajo y cumplir con lo que se espera de mis productos y
servicios. Destacarme en mi área, es prioridad para mí.
Mi relación con los demás: Establecer
relaciones duraderas y fructíferas. Tanto en mi trabajo con mis clientes, como también con la gente con quien interactuó
sean estas, hermanos en Cristo o solo amigos o conocidos. Para todos ellos he
querido trasmitirles lo que Dios hace y ha hecho conmigo. Esto es prioritario
en mi vida.
Mi Servicio y Ministerio: Servir a Dios
sirviendo a los demás. Antes mi servicio a los demás (Aquí en el blog o la página
de Facebook, como también en mi iglesia) ocupaba el lugar más importante en mi
escala de prioridades. Tenía la actitud trabajetas de Marta y no la de un
adorador como María. Hubo momentos en que mi servicio a Dios era mucho más
importante que mi relación con Dios mismo. Hoy entendí que los 4 primeros aspectos
en mi escala de prioridades también son mi ministerio y mi misión de vida. La
Palabra de Dios dice: ¡Haced todo para la gloria de Dios! Y es que glorificar a
Dios dándole un buen testimonio a mi familia y en mi trabajo tiene que ser mi
prioridad.
Mi desarrollo personal: quiero crecer en
sabiduría y en conocimiento primeramente de la Palalabra de Dios y luego de
todo lo demás, para así poder servir mejor a los demás. Sino invierto cada día
en mi superación, mi tendencia a vivir en la mediocridad será más fuerte. Todos
los días quiero vivir con la expectativa de aprender algo nuevo. Que aburrida
debe ser la vida para aquel que piensa que no necesita aprender más nada.
Mí cuidado personal: Tengo dificultades en
equilibrar esta prioridad, lo confieso. Es que si yo no estoy bien de salud, si
no ordeno mis cosas, si no controlo mis finanzas, si soy negligente en
administrar mis bienes, todo lo demás se verá afectado en forma negativa. He
decidido comenzar a cuidar mi salud de una forma óptima y el primer paso para
lograrlo es visitando mi médico para exámenes de rutina, (hace mucho que no lo
hago) Aprendí gracias a la ayuda de mi
amiga (Ella sabe quién es) que Mi vida debe estar en primer lugar y que debo
darle una prioridad importante para poder realizar con prontitud las metas que
me propuse.
Espero en Dios que este post te pueda
ayudar hacer un alto en tu caminar diario, y así reorganizar tus prioridades,
así como ha pasado conmigo. Ya que la planificación cuidadosa y el equilibrio
de actividades en nuestra agenda diaria, enfocadas a estas prioridades traerán beneficio y recompensa de muchas realizaciones
y conquistas espirituales y personales.
Les invito queridas hermanas y amigas en
Cristo, a dejar sus comentarios o pensamientos, sea aquí en el blog como también
en la página de Facebook.
La bendigo en Cristo.
Ligia Esquivel.
Amen, Gloria a Dios...Nuestro Dios es tan cuidadoso que nos enseña tanto...Maravilloso
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