Hace mucho que no ves solución a tus problemas, las circunstancias que te has rodeado en los últimos días o semanas han provocado que te sientas sin fuerzas y derrotada.
Parece que ahora sí no hay más razón para seguir, ves como todo está en contra tuya y por más que intercedes y oras no hay ni una milésima muestra que algo cambiará.
Pareciera que te encuentras sola frente a todo, como que si por un momento estuvieras desnuda sin protección en una guerra que no para.
Al sentir todo esto, es cuando llega a tu mente la idea de "rendirte", de dejar todo botado, de tirar todo por la borda, de renunciar.
Pero dentro de ti misma sabes muy bien que esa es la peor decisión que puedes tomar, el precioso Espíritu Santo que está dentro de ti trata de redargüirte, de hacerte ver el error en que caerías al tomar esa decisión, sin embargo, también vienen voces a tu mente que te hacen pensar que todo está mal en tu vida, que aunque te esfuerzas, casi nada cambia, que no ves llegar lo que tanto esperas, a veces hasta sientes que el Señor no te escucha...
Pero sabes amada hermana y amiga...esas voces no vienen del Señor, él jamás te diría nada negativo, al contrario, él solo tiene palabras de amor, de ánimo, para que no te dejes vencer, porque él siempre está contigo, no por lo buena que seas o lo perfecta que puedas ser, sino porque te ama con amor eterno y eso jamás cambiará.
El Señor quiere que sepas que es por su amor, que es por su gracia, que él quiere darte la fuerza para que sigas adelante, él quiere mostrarte como de su mano puedes hacer proezas...porque no eres tú sino él en ti.
Pero no es hasta que comprendas que fuera de él nada podrás hacer nada, que debes de rendirte completamente ante Él y decirle: ¡Señor ya no puedo más! ¡Señor ayúdame! Y Él que es misericordioso, no te dejará sola, Él está deseando que tú le clames, le pidas ayuda, y su respuesta está a una oración de distancia.
Cuando tú le dices: ¡Ya no puedo más! algo en el ámbito espiritual cambia, se activa, y algo en los aires se comienza a mover...el Señor sabe cual es tu límite, y por esa razón estará a tu lado ayudándote, cuando de corazón y con toda sinceridad se lo pides.
La palabra del Señor siempre es una espada de dos filos, y siempre que yo les escribo una Palabra la primera que sale bendecida soy yo misma...
Por eso amadas, rendirnos no es una solución, no escuchemos cuando el enemigo trae esos pensamientos a nuestra mente, el rendirnos siempre será el inicio de algo mucho peor...el Señor hoy quiere recordarnos, que nunca hemos estado solas, y que nunca lo estaremos, que su amor por nosotras sus hijas, es una amor eterno y que cada día Él anhela que lo sigamos intentando, que sigamos avanzando. El Señor quiere terminar la obra que un día comenzó en ti y en mí.
Así que: ¡vamos!
¡No podemos rendirnos ahora!, ¡Luchemos una vez más!
No ha sido fácil, pero hoy podemos decir: ¡hasta aquí nos ha ayudado el Señor!
Después Samuel tomó una piedra, la colocó entre Mizpa y Sen, y la llamó Ebenezer, "El Señor no ha dejado de ayudarnos."1Samuel 7:12 NVI
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Dios las continúe bendiciendo amadas mujeres de Fe.
Con cariño.
Ligia Esquivel V.