Desde hace unos días el Señor ha traído este tema a mi mente y a mi
corazón para escribirlo aquí en el blog y la primera en aprender cuando Dios me
da una palabra para compartirla con ustedes amadas hermanas y amigas soy yo misma.
A veces creemos que por que entregamos nuestra vida a Cristo y somos
cristianas, nuestra vida tiene que ser solo felicidad y tranquilidad, que todo
tiene que ser perfecto, pero realmente las cosas no son así.
No sé si has notado, o lo has vivido, pero hay tiempos en nuestra
vida donde se nos vienen muchas situaciones difíciles, una tras otra o muchas a
la vez. Problemas familiares, con el esposo, con los hijos, en el trabajo, en
el estudio, enfermedad, economía e inclusive hasta se nos dañan algunos
artefactos de la casa, el carro, la computadora y hasta el celular… y es tan
normal que muchas veces le preguntemos al Señor, ¿Señor que estoy haciendo mal?
No necesariamente puede ser que estemos en desobediencia. Sino que estamos en
procesos de formación.
Juan 16:33
“Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este
mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.”
Nuestro Dios es un Dios de procesos y muchas veces nos pasa por situaciones
para formar nuestro carácter, nuestra forma de pensar, nuestra forma de actuar
y muchísimo más importante para transformar nuestra vida, no estamos en esta
tierra para siempre; estamos aquí de paso. Y el Señor siempre tendrá un área de
nuestra vida que cambiar y transformar.
Filipenses 1:6
“Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes
la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.”
¡Nunca seremos tan perfectas como para creernos que el Señor no
tiene que seguir cambiándonos, limpiándonos, libertándonos!
¡Y gloria al Señor por esto! Porque todo lo hace por amor, por
misericordia, por gracia. Tiene la paciencia de ir perfeccionándonos, poco a
poco, Él nunca va diferente a tu caminar, él camina a tu paso…y aunque a veces
le falles, tiene misericordias nuevas cada mañana para tu vida y la mía.
Pero lo que si debemos hacer cada día, es meditar en nuestra vida,
y pesar mediante la oración y la Palabra
de Dios cada área de nuestra vida.
Siempre debemos estar dispuestas a aprender, a estar anuentes a
permitirle al precioso Espíritu Santo en que nos enseñe lo que nuestro Señor
quiere enseñarnos.
Debemos ser capacitadas y transformadas para su obra, para así
cumplir el propósito que Dios tiene dispuesto para cada una de nosotras aquí en
la tierra.
No sé qué situaciones estés
afrontando en tu vida en este momento, pero sean cuales sean, hoy quiero
animarte a continuar avanzando en Cristo. Solo sigue entregándole a Dios cada
día, todas las áreas de tu vida…Tu cuerpo, tu sexualidad, tu matrimonio, tu
trabajo, tu familia, entre otras cosas…TODO. Cada situación, cada problema,
cada dificultad…Dios tiene el control de todas las cosas, aunque muchas veces
no nos parezca.
Recuerda amada hermana que el tiempo de Dios es perfecto, y que en
su momento iras viendo cada situación resolverse, Dios ira dándote la victoria
en cada una de esas situaciones que tal vez para ti son muy difíciles; solo
sigue adelante, no te detengas, decide creer que el Señor esta contigo.
Es muy normal que como un ser humano que eres te desalientes, te pongas triste y se te vallan
las fuerzas, es válido sentir todo eso, pero recuerda que debes esforzarte en
continuar con la mirada puesta en el Señor, sin Él no podemos nada…Pero con Él
de tu mano eres invencible, recuerda lo que nos dice en su palabra:
Corintios 12:9
“pero él me dijo: "Te basta con mi gracia, pues mi poder se
perfecciona en la debilidad." Por lo tanto, gustosamente haré más bien
alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.”
En nuestra debilidad el poder de Dios se perfecciona. Es allí donde
su poder se manifiesta. Allí donde creíamos que todo estaba perdido y que toda esperanza
había muerto aparece Él con su poder, su Gloria y su majestad para darnos su
amor, su salvación y su bienestar. En la debilidad podemos sentirnos más
fuertes porque dejamos de hacer las cosas en nuestras fuerzas y comenzamos a
hacer las cosas con su fuerza, con el poder de Dios, con la fe. El Señor
utiliza nuestra debilidad para mostrarse al mundo, para mostrar que a través de
personas imperfectas puede mostrar su perfección.
Así que adelante, no descuides tus tiempos de intimidad con el
Señor, solo así recargas fuerzas y mucho más importante verás la victoria… Todo
esto es pasajero. Dios esta perfeccionando tu vida y tu corazón.
Dios es especialista es transformar vidas…solo debemos disponernos,
así como lo hizo con tantos hombres y mujeres de la Biblia, lo está haciendo
contigo y conmigo. La victoria está cerca no bajes la mirada, Dios está apunto
de Glorificarse en nuestras vidas.
Has tuya esta Palabra, y testifica todo lo que Dios está haciendo y hará en tu vida y en tu corazón.
¡Bendiciones Amadas del Señor!
Ligia Esquivel