Hola mis amadas hermanas y amigas, al
iniciar este año, el Señor ha inquietado mi corazón sobre la tierra
(bendiciones) que él tiene para nosotras en este año.
Deuteronomio 26:9
“Nos trajo a este lugar, y nos dio esta
tierra, donde abundan la leche y la miel.”
El Señor no nos trajo hasta aquí para
dejarnos solas, para que en un momento de dificultad, de angustia, de temor,
nos volvamos hacia atrás, y que nos regresemos a todo lo que dejamos atrás; a
todo a lo que hasta podamos haber superado. ¡No! Nuestro Dios es un Dios de
procesos, y nos hace pasar por estos procesos para formarnos y moldearnos para
así cumplir el propósito, para el cual nos creó. Lo que pasa es que muchas
veces estos procesos son más largos o más difíciles unos que otros, pero aun
así Él siempre está y estará a nuestro lado, fortaleciéndonos y alentándonos.
Filipenses 3:13
“Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya
logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y
esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta
para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en
Cristo Jesús.”
Sabes amada a pesar de todo lo que hayas
podido pasar hasta este momento, el Señor también quiere bendecirte y darte lo
que hace mucho tiempo has estado pidiéndole en oración…Lo que pasa es que quiere
que pelees y conquistes eso que Él te quiere dar.
Él
podría darnos todo lo que tiene determinado darnos, sin que nosotras tuviéramos
que mover un dedo, pero al hacerlo no seríamos agradecidas, o no le daríamos el
valor verdadero que tiene lo que Él quiere darnos. Analicemos un instante, ¿qué
pasa cuando quieres mucho algo específico y duras mucho tiempo en conseguirlo? O
¿Cuando tienes que trabajar por eso que deseas? Muy fácil, cuando lo logras o
lo alcanzas, lo valoras tanto que lo cuidas y lo estimas.
Dios también quiere que al pelear por lo
nuestro, podamos confiar en Él y que también podamos conocerlo más
profundamente, y esto solo lo logramos con una vida de oración constante. Al hacerlo podremos acrecentar nuestra fe para
vencer todo gigante que quiera hacernos frente y así poder alcanzar lo que el
Señor nos ha prometido.
Siempre que nuestro Padre quiera darnos
alguna bendición vamos a tener que luchar por alcanzarla, pues el enemigo no va
a dejarnos el camino fácil…recordemos que el vino para robar, matar y destruir.
Amadas hermanas no se cual el la tierra que
el Señor te quiere entregar en este año dos mil diecisiete, puede ser, familia,
hijos, matrimonio, estudios, trabajo, un auto, un negocio, tu casa propia, tu
salud, tu ministerio, tu iglesia. Solo ustedes sabrán cual es esa tierra, pero debes pelear por alcanzarla y conquistarla.
Tal vez se pregunten… ¿cómo hacer para
lograrlo? Pues amadas, a la forma que lo han hecho tantos y hombres y mujeres de
Dios en la Biblia, con fe, con oración,
con guerra espiritual, con ayuno, también con un muy buen testimonio,
trabajando mucho, ahorrando uy no sé, son tantas las maneras, pero a cada una
de ustedes el precioso Espíritu Santo les dará las estrategias para poder
alcanzar todo lo que Él quiere que alcancen.
Josué 1:11
«Id por todo el campamento y decidle al
pueblo que prepare provisiones, porque dentro de tres días cruzará el río
Jordán para tomar posesión del territorio que Dios el Señor le da como
herencia.»
Hoy hermanas quiero alentarlas a que continúen,
que peleen, que no se acobarden, que se paren en la brecha, que activen la fe
para creer, que aunque ante los ojos humanos se crea que no se puede, ustedes se determinen a creer, que no importa cómo, pero que el Señor moverá su mano para
lograrlo y alcanzarlo, que al terminar este año puedan conquistar y poseer esta
amada tierra. No les voy a mentir amadas, pueden encontrar mucha oposición,
muchos gigantes, o dificultades, pero más grande que todo eso que se pueda
levantar está Nuestro Señor, el Señor de los ejércitos, el poderoso en batalla,
nuestro Padre, nuestro Rey, no estamos solas…
Prepárense a vencer!
Dios las bendiga amadas mujeres de Fe.
Con cariño...