jueves, 21 de mayo de 2015

El don de disfrutar cada día


1 Timoteo 6:17
“A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da 
abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos.”


Días preciosos te brinda Dios para que vivas y disfrutes tu vida, aprovechando las bondades que Él te da cada día. Pero muchas veces no lo notas,  porque todo ha sido eclipsado por lo que puedas estar viviendo,  las situaciones que tengas en estos momentos por resolver, y también el corre  corre de cada día.


¿Hace cuánto tiempo que no disfrutas un amanecer, un  atardecer, una linda tarde de lluvia o simplemente una mañana soleada?


Son tantas las preocupaciones de la vida, las carreras diarias, el trabajo, la casa, los niños, el esposo, los estudios, entre muchas otras que se me ocurren… hay tantas cosas por hacer, que has permitido que muy sutilmente, casi sin darte cuenta, no tengas el tiempo justo para disfrutar de lo maravilloso que Dios te regala.


¿Y sabes? Dios quiere que hagas un alto en tu caminar diario, para que observes lo que tienes alrededor, al hacerlo tendrás nuevas expectativas de lo que es realmente importante. Y como Dios utiliza estas maravillas diarias para hablarte y lograr así que medites en tus acciones y también en las decisiones que tengas que tomar cada día.


Al comenzar a observar lo que Dios pone a tu alrededor, comenzarás a vivir de una forma más agradecida y con menos quejas. Ya que estas tan acostumbrada a la queja, que casi nunca dices palabras de agradecimiento y positivismo.


Las mejores cosas de la vida no se compran con dinero, ni con estudio y mucho menos con trabajo, ya que muchas veces puedes llegar a obtener muchos éxitos, materiales,  profesionales y hasta familiares y no tener paz ni tranquilidad en tu corazón.


Dios quiere darte el don de disfrutar cada día, solamente detente, pídele que perdone tu falta de agradecimiento y pídele que te de ese precioso don, y entonces, cree y recibe…  Él quiere que conozcas nuevos niveles de bendición para tu vida.


¡Dios quiere bendecirte!




miércoles, 20 de mayo de 2015

Su Misericordia y Fidelidad

¿Te has puesto a pensar, lo bueno y misericordioso que es nuestro Dios?

Y es que sin duda Dios es Misericordioso con tu vida y con la mía, creo que si cada una de nosotros obtuviera el pago que merecen nuestras acciones, hoy no estarías ni leyendo este artículo.


Y es que somos así, pecadoras por naturaleza, seducidas a caer en los deseos engañosos de la carne, propicias a fallar una y otra vez, pero en medio de todo eso, hay algo que nos detiene a no dejarnos dominar por una vida total de pecado y es el hecho de que Dios nos amó y dio su vida por nosotras para que ahora podamos ser libres de las cadenas del pecado.


Quizá los últimos días te has sentido muy mal, por algún error que cometiste, quizá te dejaste llevar por tus deseos y fallaste, a lo mejor tenías mucho tiempo de no caer o fallar en esa área de tu vida que tanto trabajo te ha llevado superar, y volviste a lo mismo.


Pueda que te has sentido triste porque consideras que Dios no se merece lo que has estado haciendo, quizá dentro de ti hay hasta vergüenza de llegar delante de Dios y pedirle que te perdone una vez más, no encuentras que cara poner delante de Él, que palabras decir, porque quizá no hay palabras que justifiquen tu forma de actuar, simplemente estas avergonzada de tu caminar.


Pues hoy Dios quiere que entiendas que él jamás te ha juzgado, que nunca te ha señalado con el dedo para acusarte de algo, al contrario, siempre ha extendido sus brazos para que vengas a Él y recibas su abrazo, su perdón,  siempre ha estado allí levantándote en cada caída, en cada tropiezo, y es que así es El, grande en Gracia y Misericordia.


Por todas nuestras acciones merecemos castigos severos, pero es allí en donde entra en acción la Misericordia de Dios, que no te da el pago que mereces, sino el que no mereces.


Cuesta entenderlo con nuestra mente humana, pues ¿Cómo es posible que esto sea tan contradictorio?, pues así es, la Biblia nos enseña que cada mañana sus misericordias se renuevan sobre nuestra vida.


Eso quiere decir que cada mañana Dios tiene Misericordia nueva sobre tu vida, por esta razón no es hora de querer dejar todo tirado, porque no te consideras digna de ser su hija, o por fallarle.


El anhelo de Dios es que aceptes su Misericordia, que te perdones a ti misma porque Él ya te ha perdonado, pues cuando le pides perdón Él jamás se negará a dártelo.


Ya no pienses más, ya no pongas más excusas, no te sientas indigna, no tengas vergüenza, pídele perdón al Señor de corazón e intenta no volverlo hacer, Y muy importante lo que la Palabra de Dios nos dice:


Lamentaciones 3:21-23

“Esto traigo a mi corazón, Por esto tengo esperanza.Que las misericordias del SEÑOR jamás terminan, Pues nunca fallan Sus bondades;   Son nuevas cada mañana; ¡Grande es Tu fidelidad!” 



De esto podemos rescatar:

  •  Lo que paso ayer pudo haber sido peor pero, “por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos”.
  • Todo puede fallar pero, el favor de Dios no falla: “porque nunca decayeron sus  misericordias”.
  • En Dios siempre hay nuevos comienzos. El ayer fue malo pero puedo empezar  de nuevo porque “nuevas son cada mañana sus misericordias”
  •  La fidelidad de  Dios es más grande que cualquier situación. La situación que hoy enfrento es grande pero su fidelidad lo es aún más, porque “grande es tu fidelidad.”


Cada día despiertas y la misericordia  del Señor está contigo. Puedes descansar Dios es el mismo.


Cada día te enseña a confiar en Él, con su Palabra es que tu fe se aumenta más cada mañana.


¡Muy grande es su fidelidad!











viernes, 15 de mayo de 2015

Intercesión

“Y busqué entre ellos un hombre que hiciese Vallado (cerco para defensa de un sitio e impedir la entrada), Y que se pusiese en la brecha (hueco o abertura en la pared o muralla) delante de mí, a favor de la tierra, para que no la destruyese…” 
Ezequiel 22:30.      

El Señor busca un hombre, una mujer, un niño, una muchacha o un muchacho, que haga vallado, esto es hacer una cerca, como Nehemías él se dolió, al ver los muros de la ciudad destruidos, es como no tener protección en tu casa, es como no tener paredes o puertas en tu casa.

¿Cómo te sentirías al no tener puertas en tu casa? ¿Cómo te sentirías al no tener paredes en tu casa? ¿Y tener que dormir en tu casa así? Te sentirías desprotegida. Ese era el dolor de Nehemías, y el Señor nos habla de ese dolor al ver la ciudad desprotegida.

Buscó una persona que hiciera vallado, es decir, que hiciera un muro de protección alrededor del pueblo (de una ciudad, de un país) y que se pusiera en la brecha, es abrir un hueco en la pared, romper obstáculos, abrir camino, pero el Señor dice: “…no lo hallé”.

Pero tú que estás leyendo esto, Dios cuenta contigo para hacerlo y tú puedes decirle: “Señor cuenta conmigo, en mí puedes encontrar esa intercesora para hacer vallado y ponerme en la brecha a favor de mi generación, de mi ciudad, de mi país, de mi colegio…”

¿Qué es interceder? 
  • Es rogar o mediar por otro.
  • Es la acción de una persona que toma el lugar de otra, o se pone en su lugar para suplicar defender el caso de ésta, guiado sólo por el amor y la misericordia.
  • Es buscar el bien del otro, interviniendo a su favor para conseguirle un beneficio.
  • Es postrarse o reunirse con la intención de hacer una petición a favor o en contra de alguien o de algo.


¿Qué nos enseña la Palabra de Dios sobre la Intercesión y los que deben ser intercesores? 

Jesús es ejemplo de intercesión, Él es nuestro ejemplo a seguir, Él es nuestro camino, nuestra verdad, Él es nuestra vida. Él es nuestro ejemplo máximo de intercesión. Él es un modelo de intercesión. Él se dio a sí mismo por nosotros; su vida es un ejemplo de intercesión.

Romanos 8:34 dice:

“Cristo es el que murió; más aún el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros”.

¿Qué es lo que hace Jesús siempre? Él intercede siempre por nosotros y si Él es nuestro camino ¿Qué es lo que nosotros tenemos que hacer? Debemos imitarlo, Él es nuestro ejemplo.

En realidad todos estamos llamados a interceder, es una responsabilidad de todos, una responsabilidad de la iglesia.

¿Qué hacemos como intercesoras?

Jeremías 1: 8-10 lo explica muy bien:

“No temas delante de ellos porque Yo estoy contigo para librarte, dice Jehová extendió su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: he aquí he puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar, y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar”

No temas delante de ellos: ¿A quiénes se refiere? A los enemigos, se refiere a los demonios, a los poderes satánicos. Jehová Nuestro Poderoso Dios, ha prometido estar siempre con nosotras hasta el fin, su Espíritu Santo mora en nosotras y nos librará de todo mal; ninguna plaga tocará nuestra morada y Él ha prometido defendernos, protegernos y debajo de sus alas estamos seguras.

Él puso su Palabra en mi boca: esto es indispensable en la intercesión, porque ni tu ni yo podemos interceder con nuestras palabras, debemos interceder con sus Palabras; con la Palabra de Dios que es como fuego y como martillo que quebranta la piedra; la palabra de Dios es Poder de Dios para salvar, sanar, liberar, transformar, restaurar. 

Debemos aprender la Palabra de Dios, para decirla según la guía del Espíritu Santo en el momento en que se intercede. Para hablar su Palabra, para guerrear con su Palabra, para interceder con su Palabra.



martes, 12 de mayo de 2015

Ya no puedes más

Son tantos los días en que sientes, que no puedes más. Son muchas tus preocupaciones, tus ocupaciones y  tus situaciones por resolver; que sientes que tus fuerzas se acaban, es tal tu cansancio que algunas veces no puedes ni dormir, pues cuando lo intentas no descansas.

Crees que conoces a Dios que es parte de tu vida, pero lo que no te das cuenta es que es tal tu estrés y tu ocupación que ya no lo buscas como antes lo hacías y es ahí, por su misericordia, que llegas a descubrir que todo había cambiado, pero ese cambio ocurrió solo en ti, porque de su parte el continua ahí, en el mismo lugar, anhelándote celosamente, esperando que te des cuenta, que realmente a quien necesitas es a Él.

Y es en esta hora que te digo, que pares, que te detengas, has un alto en tus carreras diarias y búscalo. Decide en esta hora postrarte ante Él, pídele perdón y comienza a pasar tiempo en su presencia. Cuando lo hagas descubrirás que ese vacío que sentías era falta de Él, de su presencia, su consejo, su consuelo. Cuando comiences a hablar con Él, descubrirás que no puedes parar de hablarle, de adorarle y algunos momentos solamente, estar quieta y sentir su presencia.

Es ahí que recargas fuerzas, es ahí que entiendes que nada tiene importancia, es ahí que el precioso Espíritu Santo te revela que, ¡solo importa Él!

Si has llegado a este punto de necesidad por tu Señor, pues ¡No te detengas!... Y no te preocupes, estás en el mejor lugar.

Sigue a los pies del Señor y en su presencia encontrarás las respuestas para que todo te salga bien. Es en presencia del Espíritu Santo, que descubrirás que todo tiene sentido al fin.

Dios es feliz con tu adoración en medio de las dificultades, disfruta con Él de este tiempo maravilloso, y es a partir de este momento, que comenzarás a ver las cosas de otra manera. Dios nunca te dejará, ni te desamparará, comenzará ayudarte en tu día a día, hasta en lo más insignificante, Él será tu ayudador. Confía y comienza a vivir de una forma diferente, ¡no temas!

Hebreos 13:5-6

“Sean vuestras costumbres sin avaricia,
contentos con lo que tenéis ahora;  porque él dijo:
No te desampararé,  ni te dejaré;
de manera que podemos decir confiadamente:
El Señor es mi ayudador;  no temeré
Lo que me pueda hacer el hombre.”





Algunas promesas de Dios para ti


Las Promesas de Dios son muy preciosas. No solo nos recuerdan su interés personal en nuestras vidas, sino que también nos dan esperanza y aliento en los momentos difíciles.

Pero antes de apropiarnos de una promesa, debemos examinarnos en tres categorías: la fe, la obediencia y la paciencia.

Fe: Debemos poner la fe en Cristo como nuestro Salvador personal y vivir en base a nuestra fe en Él.

Obediencia: El obedecer a Dios también es necesario. Si seguimos desobedeciendo al Señor voluntariamente, Él no está obligado a cumplir sus promesas

Paciencia: la paciencia es otro requisito. Dios actúa según su tiempo para lograr sus propósitos, conforme a su plan perfecto. Esperar en Él es necesario.

Algunas promesas que Dios quiere que recuerdes siempre:

  • Yo te fortaleceré.      (Filipenses 4:13)

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

  • Yo te responderé.          (Salmo 91:15)

“Me invocará,  y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; 
Lo libraré y le glorificaré.”

  • Yo seré tu proveedor.      (Filipenses 4:19)

“Mi Dios,  pues,  suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”

  • Yo estaré contigo.            (Isaías 41:10)

“No temas,  porque yo estoy contigo;  no desmayes,  porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;  siempre te ayudaré,  siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”

  • Yo te haré descansar.         (Mateo 11:28)

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”

  • Yo te bendeciré.                   (Génesis 12:2)

“Y haré de ti una nación grande,  y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre,  y serás bendición.”

  • Yo te seré fiel.                 (Génesis 28:15)

“He aquí,  yo estoy contigo,  y te guardaré por dondequiera que fueres,  y volveré a traerte a esta tierra;  porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.”

  • Yo ya te sané.               (Isaías 53:5)

“Más él herido fue por nuestras rebeliones,  molido por nuestros pecados;  el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”

  • Yo estoy contigo.              (Deuteronomio 31:8)

“Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.”

  • Yo te amo.                          (Jeremías 31:3)

“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo:  Con amor eterno te he amado; por tanto,  te prolongué mi misericordia.”

En Jesucristo Dios nos ha provisto de todo lo que necesitamos.
Dios quiere que seamos prosperadas en todos los sentidos de nuestra vida y es por eso que nos permite disfrutar de sus promesas.

Hazte  hoy esta pregunta:

¿Cuántas de estas promesas las has reclamado para tu vida?